Los seguros de daños y multirriesgo están destinados a reparar las pérdidas sufridas en el negocio a consecuencia de un siniestro. Cubren habitualmente los siniestros que pueda sufrir el autónomo en su comercio u oficina (sin distinción de si el local es en propiedad o alquilado), la maquinaria que emplee para realizar su tarea, y las mercancías que hayan podido sufrir daños. Estas coberturas abarcan todo tipo de daños producidos por causas accidentales, tanto producidos por fenómenos atmosféricos como la caída de un rayo, daños por fallo del sistema eléctrico, incendios, explosiones, robos, actos vandálicos, y un largo etcétera. Pueden ampliarse para cubrir además daños estéticos, lucro cesante, privación de uso o roturas accidentales del contenido.  

Las compañías aseguradoras han desarrollado un amplio abanico de opciones para adaptarse a las peculiaridades de cada negocio, no importa el sector de actividad al que se dedique o los riesgos específicos a los que está expuesto. De esta forma, podemos encontrar seguros específicos de daños destinados a oficinas, transporte de mercancías, comercio, hostelería, actividades industriales o del sector primario. 

El seguro de daños no es de contratación obligatoria, pero resulta altamente recomendable, independientemente del volumen de facturación del autónomo. De hecho, es el seguro cuya contratación se considera más necesaria por parte de los profesionales, solo por detrás de los seguros de contratación obligatoria. 

Dada la complejidad de este tipo de seguro y las múltiples coberturas que puede ofrecer, os recomendamos contar con un mediador para realizar un estudio detallado de los bienes materiales susceptibles de sufrir daños para que queden convenientemente cubiertos; así se evitarán sorpresas desagradables y, en un caso extremo, la paralización de la actividad o una cuantiosa pérdida económica.