Los siniestros que afectan a las oficinas y comercios a menudo no son cuantiosos, pero pueden ocasionar un importante trastorno en el desarrollo de la actividad. El seguro de daños a oficinas y comercios está destinado a paliar las consecuencias económicas de esos siniestros, se adaptan a cualquier tipo de establecimiento en el que se realiza una actividad laboral, sea esta una actividad de servicios cerrada al público, o esté destinado a una actividad comercial abierta al público (independientemente del tamaño y el producto final que se venda o el servicio que se oferte).

Los seguros de oficinas cubren tanto los daños accidentales por agua, robo, actos vandálicos o la rotura de cristales, tanto del continente (la oficina o local comercial) sea éste propiedad de la entidad o en alquiler, como del contenido, ya sea mobiliario en su conjunto, equipos informáticos, u otro tipo de mercancía, sin olvidar que podemos incluir la garantía de responsabilidad civil y la asistencia, que proporcionará contacto directo con reparadores profesionales que pueden atender de urgencia la resolución del siniestro. 

Junto a esto, podemos encontrar otro tipo de coberturas adicionales, como el traslado de fondos en efectivo entre el comercio y la entidad bancaria, daños estéticos, o indemnización por lucro cesante en caso de que los daños sufridos obliguen a la paralización de la actividad.