AHORRO Y PLANES DE PENSIONES

Los seguros de ahorro funcionan de forma similar a cualquier producto de ahorro a largo plazo, pero cuenta con dos características que lo hacen especialmente atractivo: por una parte, los controles a los que se ve sometido el sector asegurado son muy superiores a los de la banca, y su solvencia está garantizada; por otro, en el caso de los planes de pensiones, además cuentan con ventajas fiscales.

Los seguros de ahorro son fácilmente rescatables, generalmente a partir de los dos años, sin necesidad de que exista ninguna causa que justifique ese rescate. También se pueden rescatar en el momento de la jubilación, tanto recuperando el capital de una sola vez, como fraccionándolo en forma de rentas periódicas.

Planes de pensiones

A partir de 2023, los primeros 1.500 euros aportados a un plan de pensiones privados podrán deducirse de la base imponible, cantidad que puede aumentarse con aportaciones al plan de pensiones el cónyuge (si este no tiene ingresos, o dichos ingresos no superan los 8.000 euros anuales), o de familiares con alguna discapacidad.

Las cantidades aportadas a un plan de ahorro pueden recuperarse en el momento en que se den alguno de estos supuestos: jubilación, fallecimiento, enfermedad grave, dependencia, incapacidad laboral o desempleo de larga duración, a las que se añade la posibilidad de recuperar el capital después de 10 años, sin que sea necesario que se den ninguna de las causas antes mencionadas, algo que será posible hacer con las cantidades aportadas a partir de 2015 (esto es, a partir de 2025).

Existen varias fórmulas para percibir las cantidades aportadas al plan de ahorro: en forma de capital, que supone cobrar todo el dinero de una sola vez; en forma de renta, cobrando una cierta cantidad con una periodicidad elegida por el asegurado según le convenga, hasta que se agote el dinero; de forma mixta, donde se recupera una parte en una vez, y otra en forma periódica; y en forma de renta vitalicia, donde la entidad aseguradora calcula las rentas periódicas en función de la esperanza de vida y asigna esa renta al asegurado hasta el momento en que fallezca.

Es importante señalar que las cantidades rescatadas del plan de pensiones computan como rendimientos del trabajo, y afectan a la base imponible a efectos de IRPF. Por ello, la opción de percibir el dinero del plan de pensiones en forma de renta o renta vitalicia suele ser la más ventajosa fiscalmente.

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